La vacunación frente a las principales enfermedades infecciosas es la mejor prevención. Las vacunas para perros pueden clasificarse en obligatorias y opcionales, aunque esto puede variar en función de la localización geográfica. Es importante un buen estado de salud del perro y un sistema inmunológico maduro.
Los cachorros se suelen vacunar a partir de las 12 semanas o incluso antes. Normalmente, cuando se compra un cachorro, se suele entregar con la cartilla sanitaria y al menos la primera dosis de vacuna. Un cachorro que no esté vacunado no debe tener contacto alguno con otros perros, para evitar el contagio de infecciones. En función de la raza, área geográfica en la que vivimos, utilidad del perro (compañía, concursos de belleza, etc), variará el tipo de vacuna.
Por otra parte, tras vacunas de perros se ha descrito una disminución de la inmunidad celular mediada por células T y un estado transitorio de inmunodepresión. A pesar de esto, se siguen vacunando perros con vacunas polivalentes vivas y en general no ocurren enfermedades graves. Esto se apoya en datos aportados por un estudio realizado de sistema inmunitario y vacunas, ya que la respuesta a la vacunación parece que sólo crea un estado de alteración de la homeostasis cuando se demanda una protección a partir de inmunidad celular y humoral. Por ello se deben aplicar las vacunas en animales completamente sanos y seguir estrictamente las recomendaciones.
Las vacunas obligatorias en perros protegen contra virus del moquillo canino y parvovirus y rabia. Las vacunas opcionales protegen frente a leptospirosis, parainfluenza, tos de las perreras causadas por bordetella, enfermedad de Lyme y coronavirus. La vacunación contra la leishmaniosis también es opcional.
Una vacuna que es opcional en un país, puede ser obligatoria en otro en el que la enfermedad sea común.
Este es el calendario básico de vacunas para perros:
Las vacunas más comunes son la trivalente, la tetravalente o bien la polivalente. La vacuna trivalente generalmente contiene las vacunas contra el moquillo canino, la hepatitis infecciosa canina y la leptospirosis. La vacuna tetravalente contiene lo mismo que la trivalente y se añade la vacuna contra la parvovirosis canina. La vacuna polivalente más básica, además de llevar lo que contienen las anteriores, también cuenta con la vacuna contra la tos de las perreras y contra el coronavirus canino. Más información sobre la vacuna heptavalente aquí.
Las vacunas polivalentes más usadas son:
En el caso del parvovirus el problema es que 1-2 semanas a partir de las 6 semanas, la inmunidad maternal todavía es lo suficientemente potente como para inactivar estas vacunas, pero es incapaz de proteger de manera efectiva frente a la infección por el parvovirus. De ahí surge la especial necesidad de proteger a los cachorros mediante otras estrategias, como por ejemplo la inmunonutrición pues los cachorros, debido a la inmadurez de su sistema inmune tienen necesidades dietéticas especiales.
En cuanto a la rabia, las vacunas en perros hacen que el animal cree una respuesta inmunológica contra el virus. El perro está protegido a los 14 días tras la inyección de la vacuna. Si ha sido administrada correctamente su efectividad es del 100%. La primera administración de la vacuna tiene duración de 1 año. Posteriormente la duración aumenta hasta 2-3 años. Vacunar cachorros de menos de 12 semanas de edad no es efectivo, ya que los anticuerpos maternos contrarrestan el efecto.